Nuestra siguiente visita fue muuuuuy especial! Ya que en esta parte del viaje pudimos ver ballenas y pingüinos!!!! Pero bueno, empecemos por el principio:
Lo primero que hicimos al llegar a Puerto Madryn fue instalarnos en el hotel. No recuerdo bien si ya habíamos desayunado o si desayunamos ahí, lo que es seguro es que nos dieron un tiempo para bañarnos y cambiarnos, porque habíamos pasado toda la noche en el tren!
Ya arregladitos y con buen olor, jajaja, subimos de nuevo al camión y nos dirigimos hacia Puerto Pirámide para el avistaje de ballenas! Supuestamente al llegar ya nos estaría esperando la embarcación, pero como no fue así, nos dirigimos antes a comer a un restaurante de mariscos, lo cual me preocupaba un poco, ya que me mareo con facilidad y la idea de subirme al barquito con el estómago lleno no era la mejor, jaja... pero no hubo problema alguno, al contrario fue una de las experiencias más hermosas del viaje!
Nos fuimos hacia la playa y esta vez ya estaba lista la embarcación, así que nos subimos y poco a poco nos fuimos adentrando en el mar y comenzamos a ver a lo lejos algunas ballenas nadando y saltando. El tipo de ballenas que se pueden observar en Puerto Pirámide se llama Ballena Franca Austral y es posible verlas desde junio hasta diciembre, que es cuando se acercan para aparearse y criar a sus ballenatos.
Cada vez las podíamos ver más de cerca, hasta que prácticamente quedaron a nuestro lado y varias de ellas comenzaron incluso a nadar por debajo de nuestra embarcación. Teníamos al lado como a tres madres con sus ballenatos, los cuales no dejaban de brincar y jugar. Es difícil de describir con palabras lo maravilloso que fue tener tan cerca a unos animales tan hermosos... es de esas experiencias que te llenan de un sin fin de emociones y te muestran lo maravilloso que es nuestro planeta y lo mucho que tenemos que luchar día a día por cuidarlo!
Una vez terminada esta indescriptible experiencia fuimos a visitar el museo de Puerto Pirámide y posteriormente regresamos a Puerto Madryn, en donde nos esperaba ya una rica cena. La mayoría se fue después a dormir a sus cuartos, pero Ana, el Pelao y yo todavía tuvimos un poco de pila para ir a tomar algo a un barcito. Hacía un frío y un aire afuera, que sentía que en cualquier momento iba a salir volando cual Mary Poppins, jajaja, pero llevaba a dos grandotes a mi lado (Ana y el Pelao) que me mantuvieron con los pies en el suelo, jajaja... Después de una agradable plática regresamos a dormir!
Al otro día también nos esperaba una hermosa aventura! Nos despertamos tempranito, desayunamos y tomamos camino hacia Punta Tombo, esta vez para ver a los pequeños Pingüinos de Magallanes!
Desde antes de bajarnos del camión ya podíamos ver a algunos de estos pequeños caminando a un lado del camino! Yo tenía la impresión de que los pingüinos siempre se encontraban en la nieve y el hielo, pero no, ya que no había ni gota de nieve y en realidad el clima ya no era muy frío.
Los machos llegan en septiembre a Punta Tombo para comenzar a buscar el nido donde pondrán sus huevos. Después llegan las hembras ayudar a construir el nido y reproducirse. Esta fue la etapa que nos tocó ver, como terminaban de construir algunos nidos e incluso ya pudimos ver algunos huevesillos. Las crías nacen en noviembre, así que no nos tocó verlas...
Es hermoso poder caminar al lado de estos pequeñines, lo único que hay que cuidar en no hacer ruido ni ponerse frente a ellos, ya que se pueden desorientar por un momento para regresar a su nido. También es importante no tocarlos, porque se les puede impregnar nuestro olor y, como se guían por el olfato, la hembra puede no dejarlos entrar de nuevo al nido cuando regresan (cualquier parecido con la vida real... jajajaja).
Una vez concluida nuestra visita a los pingüinos fuimos hacia Gaiman, un pequeño pueblo con una gran herencia galesa, por lo cual hay varias casas de té, en donde se puede disfrutar de esta deliciosa tradición. Nosotros visitamos la Casa Caerdydd, la cual además de tener unos muy bellos jardines, fue visitada en 1995 por la Princesa Diana. Lo que no sabíamos es que además de tomar té, también colocan en la mesa platos y platos llenos de ricos pies y pastelillos para acompañarlo... comimos torta galesa, de nuez, de manzana, de chocolate, con frutas, con mermelada, etc! Fue una verdadera MARRANADA! jajajajaja... pero eso sí, delicioso! Aunque mi querida Ana sufrió una crisis de exceso de azúcar en la sangre! jajajaja y parecía una niñota hiperactiva!!! verdad grandota?
Pero ahí no termina nuestro día, ya que después fuimos al MEF (Museo Paleontológico Egidio Feruglio... realmente es más fácil llamarlo MEF no? jajaja...). Aquí pudimos ver un poco de las diferentes eras de los dinosaurios, así como diferentes fósiles y esqueletos. Terminada la visita nos tomamos en la playa una hermosa foto de grupo y regresamos al hotel a descansar!
Al día siguiente tuvimos que abandonar Puerto Madryn, pero antes fuimos a visitar el Ecocentro, un hermoso lugar dedicado al mar. Este edificio cuenta con diferentes exposiciones fotográficas, pictóricas, esculturas e incluso una sala obscura en donde se puede disfrutar del sonido de las ballenas y el mar. También hay una biblioteca y un espacio en el tercer piso que está rodeado de vidrios que permiten mirar el hermoso mar que se encuentra en el exterior.
Lo primero que hicimos al llegar a Puerto Madryn fue instalarnos en el hotel. No recuerdo bien si ya habíamos desayunado o si desayunamos ahí, lo que es seguro es que nos dieron un tiempo para bañarnos y cambiarnos, porque habíamos pasado toda la noche en el tren!
Ya arregladitos y con buen olor, jajaja, subimos de nuevo al camión y nos dirigimos hacia Puerto Pirámide para el avistaje de ballenas! Supuestamente al llegar ya nos estaría esperando la embarcación, pero como no fue así, nos dirigimos antes a comer a un restaurante de mariscos, lo cual me preocupaba un poco, ya que me mareo con facilidad y la idea de subirme al barquito con el estómago lleno no era la mejor, jaja... pero no hubo problema alguno, al contrario fue una de las experiencias más hermosas del viaje!
Ana con Sergio y... caray, por qué no me puedo acordar cómo se llama!!! jejeje...
Bueno, el chiste es que ya estaban listos para ver ballenas!
Bueno, el chiste es que ya estaban listos para ver ballenas!
Nos fuimos hacia la playa y esta vez ya estaba lista la embarcación, así que nos subimos y poco a poco nos fuimos adentrando en el mar y comenzamos a ver a lo lejos algunas ballenas nadando y saltando. El tipo de ballenas que se pueden observar en Puerto Pirámide se llama Ballena Franca Austral y es posible verlas desde junio hasta diciembre, que es cuando se acercan para aparearse y criar a sus ballenatos.
Cada vez las podíamos ver más de cerca, hasta que prácticamente quedaron a nuestro lado y varias de ellas comenzaron incluso a nadar por debajo de nuestra embarcación. Teníamos al lado como a tres madres con sus ballenatos, los cuales no dejaban de brincar y jugar. Es difícil de describir con palabras lo maravilloso que fue tener tan cerca a unos animales tan hermosos... es de esas experiencias que te llenan de un sin fin de emociones y te muestran lo maravilloso que es nuestro planeta y lo mucho que tenemos que luchar día a día por cuidarlo!
Una vez terminada esta indescriptible experiencia fuimos a visitar el museo de Puerto Pirámide y posteriormente regresamos a Puerto Madryn, en donde nos esperaba ya una rica cena. La mayoría se fue después a dormir a sus cuartos, pero Ana, el Pelao y yo todavía tuvimos un poco de pila para ir a tomar algo a un barcito. Hacía un frío y un aire afuera, que sentía que en cualquier momento iba a salir volando cual Mary Poppins, jajaja, pero llevaba a dos grandotes a mi lado (Ana y el Pelao) que me mantuvieron con los pies en el suelo, jajaja... Después de una agradable plática regresamos a dormir!
Al otro día también nos esperaba una hermosa aventura! Nos despertamos tempranito, desayunamos y tomamos camino hacia Punta Tombo, esta vez para ver a los pequeños Pingüinos de Magallanes!
Desde antes de bajarnos del camión ya podíamos ver a algunos de estos pequeños caminando a un lado del camino! Yo tenía la impresión de que los pingüinos siempre se encontraban en la nieve y el hielo, pero no, ya que no había ni gota de nieve y en realidad el clima ya no era muy frío.
Los machos llegan en septiembre a Punta Tombo para comenzar a buscar el nido donde pondrán sus huevos. Después llegan las hembras ayudar a construir el nido y reproducirse. Esta fue la etapa que nos tocó ver, como terminaban de construir algunos nidos e incluso ya pudimos ver algunos huevesillos. Las crías nacen en noviembre, así que no nos tocó verlas...
Es hermoso poder caminar al lado de estos pequeñines, lo único que hay que cuidar en no hacer ruido ni ponerse frente a ellos, ya que se pueden desorientar por un momento para regresar a su nido. También es importante no tocarlos, porque se les puede impregnar nuestro olor y, como se guían por el olfato, la hembra puede no dejarlos entrar de nuevo al nido cuando regresan (cualquier parecido con la vida real... jajajaja).
Una vez concluida nuestra visita a los pingüinos fuimos hacia Gaiman, un pequeño pueblo con una gran herencia galesa, por lo cual hay varias casas de té, en donde se puede disfrutar de esta deliciosa tradición. Nosotros visitamos la Casa Caerdydd, la cual además de tener unos muy bellos jardines, fue visitada en 1995 por la Princesa Diana. Lo que no sabíamos es que además de tomar té, también colocan en la mesa platos y platos llenos de ricos pies y pastelillos para acompañarlo... comimos torta galesa, de nuez, de manzana, de chocolate, con frutas, con mermelada, etc! Fue una verdadera MARRANADA! jajajajaja... pero eso sí, delicioso! Aunque mi querida Ana sufrió una crisis de exceso de azúcar en la sangre! jajajaja y parecía una niñota hiperactiva!!! verdad grandota?
Pero ahí no termina nuestro día, ya que después fuimos al MEF (Museo Paleontológico Egidio Feruglio... realmente es más fácil llamarlo MEF no? jajaja...). Aquí pudimos ver un poco de las diferentes eras de los dinosaurios, así como diferentes fósiles y esqueletos. Terminada la visita nos tomamos en la playa una hermosa foto de grupo y regresamos al hotel a descansar!
Al día siguiente tuvimos que abandonar Puerto Madryn, pero antes fuimos a visitar el Ecocentro, un hermoso lugar dedicado al mar. Este edificio cuenta con diferentes exposiciones fotográficas, pictóricas, esculturas e incluso una sala obscura en donde se puede disfrutar del sonido de las ballenas y el mar. También hay una biblioteca y un espacio en el tercer piso que está rodeado de vidrios que permiten mirar el hermoso mar que se encuentra en el exterior.
El labio inferior se comienza a desprender del superior...
lo siento, chiste local, jajaja... verdad Ana???
lo siento, chiste local, jajaja... verdad Ana???
Comments
Y ya te llevo de guía turística te late? jejeje...
Aloha! Un abrazo Fer!
Lalo.
Sí, tienes que ir!!! La verdad que fue un viaje increíble... Y claro que me puedo convertir en guía turística, así que me vas a tener que llevar! jajajaja...
Un abrazote y espero verte pronto pa platicar!