No había un camión que llegará directo de Santa Rosa a Villa Mercedes, así que tuvimos que tomar uno que nos llevara hacia Río IV, ciudad que también se encuentra en la provincia de Córdoba. Todo el camino hacia allá caí profundamente dormida y solamente me despertaron los ruidos del camión en el taller, ya que se le había ponchado la llanta, jeje... pero eso no me impidió seguir durmiendo hasta que llegamos a la terminal.
Prueba de la ponchadura de llanta...
Uno de los tantos paisajes que me perdí por ir dormidísima...
Y mientras yo seguía roncando, jeje...
Una vez ahí continuaron los improvistos, ya que todos los camiones que salían hacia Villa Mercedes en las horas siguientes ya estaban llenos, así que tuvimos que esperar uno que salió ya en la madrugada, por lo que tuvimos que estar varias horas en la cafetería de la terminal.
Evidencia de que tuvimos que pasar muuucho tiempo en la terminal.
Ana! Despiesta! jiji...
Evidencia de que no me quedé dormida en la terminal,
pero que carita!!!! jejeje...
Como salimos tarde, pues también llegamos tarde a Villa Mercedes. En está ocasión nos dio asilo la familia de Adriana, una lindísima amiga de Karo... a quienes despertamos a las 5 de la mañana, que fue la hora a la cual las educadas invitadas llegaron a su casa! jejeje... Nos acomodaron en uno de los cuartos y caímos como piedra después de todo el recorrido...
Esta estadía en Villa Mercedes fue muy corta, ya que para estas alturas ya teníamos previsto viajar hacia La Patagonia, así que lo primero que hicimos a la mañana siguiente, o más bien a la tarde siguiente, porque no pudimos levantarnos muy temprano, fue plantearle esta situación a Adriana quien nos ofreció hablar con una amiga de una agencia de viajes para ver que se podía hacer. Mientras tanto disfrutamos de un deliciosa tarta que nos había preparado y de cafecito.
Adriana cocinándonos la riquísma tarta
La amiga de la agencia le comentó que en unas horas saldría una excursión, la cual se escuchaba excelente y muy económica. Esta era totalmente en camión, incluía todos los desayunos, cenas y el hospedaje y nos daba la posibilidad de viajar a lugares en los que conoceríamos ballenas y pingüinos, además de poder realizar el hermoso recorrido de los 7 lagos y viajar en el tren patagónico, entre muchas otras cosas.
El único detalle era que la excursión duraría 9 días y que si la tomábamos íbamos a regresar con el tiempo ya muy contado y prácticamente ya no podríamos conocer nada de Buenos Aires. Por lo que tuvimos que cambiar los vuelos de avión para una semana después! Bien sacrificadas las niñas! jejeje...
En casa de la familia de Adriana antes de partir a la Patagonia...
Aceptamos la excursión y fuimos a esperar a un supermercado, en donde se supone irían por nosotras. Aprovechamos para comprar algunas cosas que necesitábamos y al salir nos dijeron que el camión de la excursión venía retrasado porque se había descompuesto, por lo que regresamos a la casa.
Evidencia de nuestra espera en el supermercado, jeje...
Ahí estuvimos otro rato platicando con la familia y fue hasta este momento en donde volví a probar el mate, pero esta vez sí me gustó bastante, ya que, además de azúcar, le pusieron menta! Delicioso! Fue a partir de este momento que me empezó a gustar su sabor!
Ya en la tardesita nos fuimos a la terminal y todavía estuvimos esperando otro buen rato el camión, momento que sirvió para que le comunicara a mi mamá la noticia de que iba a llegar una semana después, cosa que al principio no le gustó mucho, pero pues ya después se tranquilizó, jajaja...
Después de un rato llegó nuestro camión y cual fue nuestra sorpresa al ver que nuestros compañeros de viaje eran puros viejitos! jejeje... cosa que al principio nos dio mucha risa, pero que después resultó ser una experiencia muy linda, ya que todos se portaron lindísimos con nosotras, como si fueran nuestros abuelitos. Además de ellos, iba un niño de 13 años llamado Mariano, nuestro guía: Fer "el pelao", y los dos choferes...
Fue así como comenzó nuestra excursión por la Patagonia, pero esa es otra historia!
Prueba de la ponchadura de llanta...
Uno de los tantos paisajes que me perdí por ir dormidísima...
Y mientras yo seguía roncando, jeje...Una vez ahí continuaron los improvistos, ya que todos los camiones que salían hacia Villa Mercedes en las horas siguientes ya estaban llenos, así que tuvimos que esperar uno que salió ya en la madrugada, por lo que tuvimos que estar varias horas en la cafetería de la terminal.
Evidencia de que tuvimos que pasar muuucho tiempo en la terminal.Ana! Despiesta! jiji...
Evidencia de que no me quedé dormida en la terminal,pero que carita!!!! jejeje...
Como salimos tarde, pues también llegamos tarde a Villa Mercedes. En está ocasión nos dio asilo la familia de Adriana, una lindísima amiga de Karo... a quienes despertamos a las 5 de la mañana, que fue la hora a la cual las educadas invitadas llegaron a su casa! jejeje... Nos acomodaron en uno de los cuartos y caímos como piedra después de todo el recorrido...
Esta estadía en Villa Mercedes fue muy corta, ya que para estas alturas ya teníamos previsto viajar hacia La Patagonia, así que lo primero que hicimos a la mañana siguiente, o más bien a la tarde siguiente, porque no pudimos levantarnos muy temprano, fue plantearle esta situación a Adriana quien nos ofreció hablar con una amiga de una agencia de viajes para ver que se podía hacer. Mientras tanto disfrutamos de un deliciosa tarta que nos había preparado y de cafecito.
Adriana cocinándonos la riquísma tartaLa amiga de la agencia le comentó que en unas horas saldría una excursión, la cual se escuchaba excelente y muy económica. Esta era totalmente en camión, incluía todos los desayunos, cenas y el hospedaje y nos daba la posibilidad de viajar a lugares en los que conoceríamos ballenas y pingüinos, además de poder realizar el hermoso recorrido de los 7 lagos y viajar en el tren patagónico, entre muchas otras cosas.
El único detalle era que la excursión duraría 9 días y que si la tomábamos íbamos a regresar con el tiempo ya muy contado y prácticamente ya no podríamos conocer nada de Buenos Aires. Por lo que tuvimos que cambiar los vuelos de avión para una semana después! Bien sacrificadas las niñas! jejeje...
En casa de la familia de Adriana antes de partir a la Patagonia...Aceptamos la excursión y fuimos a esperar a un supermercado, en donde se supone irían por nosotras. Aprovechamos para comprar algunas cosas que necesitábamos y al salir nos dijeron que el camión de la excursión venía retrasado porque se había descompuesto, por lo que regresamos a la casa.
Evidencia de nuestra espera en el supermercado, jeje...Ya en la tardesita nos fuimos a la terminal y todavía estuvimos esperando otro buen rato el camión, momento que sirvió para que le comunicara a mi mamá la noticia de que iba a llegar una semana después, cosa que al principio no le gustó mucho, pero pues ya después se tranquilizó, jajaja...
Después de un rato llegó nuestro camión y cual fue nuestra sorpresa al ver que nuestros compañeros de viaje eran puros viejitos! jejeje... cosa que al principio nos dio mucha risa, pero que después resultó ser una experiencia muy linda, ya que todos se portaron lindísimos con nosotras, como si fueran nuestros abuelitos. Además de ellos, iba un niño de 13 años llamado Mariano, nuestro guía: Fer "el pelao", y los dos choferes...
Fue así como comenzó nuestra excursión por la Patagonia, pero esa es otra historia!
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