Así fue, como mi cumpleaños cayó en martes y estaba un poco difícil festejarlo bien ese día, pues le seguimos el sábado.
Primero quedamos de vernos para cenar a las 8 en el Arguile, un restaurante que está en Cholula. A mi se me hizo tarde, y Karo y yo acabamos llegando como a las 8:40 :s Ahí afuera nos estaban esperando Ingrid, Ale y el Padre Lalo (a quien ese día se le olvidó que era sacerdote, jajaja). Con mucha pena por la tardanza los saludamos y entramos al lugar. Yo acababa de comer, así que no pude probar alimento alguno, pero los demás pidieron de cenar y no se cómo se lo acabaron, porque los platillos fueron muy abundantes! (léase esto con tono sarcástico, jeje). Ahí estuvimos un buen rato, platicando y riéndonos bastante con las ocurrencias del padre Lalo, quien hasta me hizo ponerme color tomate con una historia que no pienso contar, jajaja... Después de un rato llegó también Priscila y ahí nos acompañó un rato más.
Como a las 9:30 partimos hacía el Mojito, porque la reservación era hasta las 10, así que había que llegar a tiempo para que no nos la quitaran. Al llegar ya estaban afuera esperándonos mi querido amigo baskiniano Christian (al fin se dejó ver el condenado!) y su novia Karla. Entramos y todavía estaba muy vacío el lugar, así que estuvimos un buen rato platicando y tomando un buen mojito. Después de un rato llegaron Ana con sus dos hermanos, y Carlitos, con su amigo Fabián.
Poco a poco la gente fue empezando a animarse y se empezaron a levantar a bailar. Eso sí, el Padre Lalo antes de que se animara a levantarse, le anduvo haciendo "chow" privado a la Madre Karo (qué cosas se ven en estas épocas caray! jajajaja). A mi me sacó a bailar Fabián y ahí fue en donde me di cuenta por primera vez de cuanta falta me hacen unas clases de baile, jejeje. Los que se llevaron la noche fueron Ana y sus hermanos, qué bárbaros!, qué bien bailan!... y pues el amiguito Christian y Karla no se quedan tan atrás.
También después de un rato llegaron Karliux y Brenda, quien por fin me presentó a su José, jejeje... Y se unieron al bailongo. Así estuvimos hasta las 2 de la mañana, bailando en parejas, en grupo y platicando lo que se podía, porque con la música a tal volumen era un poco difícil.
Fue una noche excelente y me la pasé super bien, sobre todo porque estuve acompañada de personas a las que quiero mucho y que forman parte muy importante de mi vida. Lo malo es que se me olvidó llevar la cámara! Caramba! Pero bueno, espero que a la próxima que vayamos al Mojito no se me olvidé meterla a mi bolsa... y también sería bueno ir a unas clasesitas de baile antes de regresar, para no pisar a todo aquel con el que bailo, jajaja!
Primero quedamos de vernos para cenar a las 8 en el Arguile, un restaurante que está en Cholula. A mi se me hizo tarde, y Karo y yo acabamos llegando como a las 8:40 :s Ahí afuera nos estaban esperando Ingrid, Ale y el Padre Lalo (a quien ese día se le olvidó que era sacerdote, jajaja). Con mucha pena por la tardanza los saludamos y entramos al lugar. Yo acababa de comer, así que no pude probar alimento alguno, pero los demás pidieron de cenar y no se cómo se lo acabaron, porque los platillos fueron muy abundantes! (léase esto con tono sarcástico, jeje). Ahí estuvimos un buen rato, platicando y riéndonos bastante con las ocurrencias del padre Lalo, quien hasta me hizo ponerme color tomate con una historia que no pienso contar, jajaja... Después de un rato llegó también Priscila y ahí nos acompañó un rato más.
Como a las 9:30 partimos hacía el Mojito, porque la reservación era hasta las 10, así que había que llegar a tiempo para que no nos la quitaran. Al llegar ya estaban afuera esperándonos mi querido amigo baskiniano Christian (al fin se dejó ver el condenado!) y su novia Karla. Entramos y todavía estaba muy vacío el lugar, así que estuvimos un buen rato platicando y tomando un buen mojito. Después de un rato llegaron Ana con sus dos hermanos, y Carlitos, con su amigo Fabián.
Poco a poco la gente fue empezando a animarse y se empezaron a levantar a bailar. Eso sí, el Padre Lalo antes de que se animara a levantarse, le anduvo haciendo "chow" privado a la Madre Karo (qué cosas se ven en estas épocas caray! jajajaja). A mi me sacó a bailar Fabián y ahí fue en donde me di cuenta por primera vez de cuanta falta me hacen unas clases de baile, jejeje. Los que se llevaron la noche fueron Ana y sus hermanos, qué bárbaros!, qué bien bailan!... y pues el amiguito Christian y Karla no se quedan tan atrás.
También después de un rato llegaron Karliux y Brenda, quien por fin me presentó a su José, jejeje... Y se unieron al bailongo. Así estuvimos hasta las 2 de la mañana, bailando en parejas, en grupo y platicando lo que se podía, porque con la música a tal volumen era un poco difícil.
Fue una noche excelente y me la pasé super bien, sobre todo porque estuve acompañada de personas a las que quiero mucho y que forman parte muy importante de mi vida. Lo malo es que se me olvidó llevar la cámara! Caramba! Pero bueno, espero que a la próxima que vayamos al Mojito no se me olvidé meterla a mi bolsa... y también sería bueno ir a unas clasesitas de baile antes de regresar, para no pisar a todo aquel con el que bailo, jajaja!
Comments
Cuentanos por que te pusiste roja con la historia que estaba contando!
*inserte musica de Vaselina aqui* cuentanoooos cuentanoooos si es cierto lo que viiii... cuentanoooos cuentanoooooos... JAJAJAJAJAJA
Saludos Fer! Cuidese,
Lalo.
Mejor dejemos que el Espíritu Santo continúe fluyendo y olvidémonos de esas historias, jajajaja....
Saludos también para ti y espero que todo vaya bien!