Muchas veces nos mantenemos al margen de ciertas situaciones o personas y evitamos involucrarnos demasiado. En lugar de ser protagonistas, nos convertimos en espectadores, por miedo a lastimar o salir lastimados. Yo me he encontrado muchas veces en esa situación, en la que el temor hace que te mantengas al margen.
Pero vale la pena arriesgarse, vale la pena dar todo de nosotros mismos y vivir intensamente; vale la pena dejar atrás miedos y dudas; vale la pena salir de esa "zona de seguridad" y abrir sentimientos y emociones.
Tal vez salgamos lastimados, tal vez lastimemos sin intención a alguien más, pero, para gracia o desgracia nuestra, eso es parte de la vida. Es parte del caer y aprender a levantarse que tanto nos mencionan. Si no intentamos las cosas, si no nos involucramos, si no nos damos el chance de sentir con cada molécula que nos forma, entonces de qué sirve la vida?
Yo apenas estoy aprendiendo esto; he dado algunos primeros pasos gracias a personas que se han cruzado en mi vida y me han enseñado lo bello que es atreverse a vivir.
Aun me falta mucho camino por recorrer y muchos miedos que derrumbar, pero espero poco a poco hacerme consiente de ellos. Al fin y al cabo, las personas que dejan huella, son aquellas que se atreven a vivir con pasión. Eso sí, siempre siendo consientes y responsables de nuestros actos, fieles a nuestros valores, creencias y convicciones, y, viviendo en paz con los demás y con nosotros mismos.
Pero vale la pena arriesgarse, vale la pena dar todo de nosotros mismos y vivir intensamente; vale la pena dejar atrás miedos y dudas; vale la pena salir de esa "zona de seguridad" y abrir sentimientos y emociones.
Tal vez salgamos lastimados, tal vez lastimemos sin intención a alguien más, pero, para gracia o desgracia nuestra, eso es parte de la vida. Es parte del caer y aprender a levantarse que tanto nos mencionan. Si no intentamos las cosas, si no nos involucramos, si no nos damos el chance de sentir con cada molécula que nos forma, entonces de qué sirve la vida?
Yo apenas estoy aprendiendo esto; he dado algunos primeros pasos gracias a personas que se han cruzado en mi vida y me han enseñado lo bello que es atreverse a vivir.
Aun me falta mucho camino por recorrer y muchos miedos que derrumbar, pero espero poco a poco hacerme consiente de ellos. Al fin y al cabo, las personas que dejan huella, son aquellas que se atreven a vivir con pasión. Eso sí, siempre siendo consientes y responsables de nuestros actos, fieles a nuestros valores, creencias y convicciones, y, viviendo en paz con los demás y con nosotros mismos.
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