Pues sí, ya estoy de regreso después de una excelente semana en el hermoso pueblo de Cuetzalan, en donde me la pasé súper bien.
De lunes a jueves estuvimos un buen rato trabajando (bueno, trabajaba Karo! jajaja, porque tenía que avanzarle a la tesis, que ese fue el principal motivo del viaje!). Y en esos días salíamos a comer, muy rico por cierto, y a dar la vuelta por el hermoso pueblito. Karo me preguntaba y preguntaba si no me estaba aburriendo, pero para nada, al contrario, disfruté mucho de todos los días. Disfruté de su compañía (creo que nos acoplamos bastante bien y no tuvimos ni un problema, somos buenas compañeras de viaje al parecer, jajaja), pude descansar también bastantito y comer muy rico.
Además conocimos a una chava llamada Gaby, que está haciendo su servicio social allá en Cuetzalan. Resulta que ella también es de Puebla y, de hecho, prácticamente es nuestra vecina (sí, nuestra, porque Karo y yo vivimos muy cerquita). Y pues también era nuestra vecina en el hotel, ya que es ahí en donde se está quedando hasta mayo, cuando termine su servicio.
El viernes en la tarde Miguel, uno de los chavos que trabaja en el hotel y que es muy buena gente, nos llevó a conocer una escuela en la que le enseñan a los alumnos oficios como cultivar maíz, elaborar artesanías, hacer papel reciclado, etc. Lamentablemente la escuela estaba cerrada, pero aún así valió la pena la caminata, ya que estuvo acompañada de una muy amena plática, en la cual nos explicó muchas cosas acerca de Cuetzalan, de sus habitantes y sus costumbres. Y pues después de nuestro fallido intento de ver la escuela, Miguel nos llevó conocer el pueblo en donde vive, el cual se llama San Miguel.
El sábado nos alcanzó Ana, otra amiga de la uni, y se acabó el trabajo y empezó el relajo, jaja... Fuimos a desayunar, después a una bella cascada, regresamos un rato a descansar al hotel y nos dirigimos a cenar unas ricas pizzas. Luego regresamos otro rato al hotel y nos fuimos a La Peña, en donde pudimos ver a los voladores, tomar unos ricos jarritos y escuchar algo de música en vivo. De pronto a todas nos dió sueño y nos salimos de ahí, pero, aunque parecía que se nos había acabado la pila, despertamos de nuevo y fuimos a recorrer el pueblito mientras Karo tomaba unas fotos muy padres.
Nos dormimos como a las 2:30 y despertamos a las 6:30 para poder aprovechar el día! Fuimos a la Rivera del río Apulco, en donde estuvimos un buen rato tomando fotos y disfrutando de la arena y el río. De regreso fuimos un rato al mercado a hacer algunas compras y luego al hotel por nuestras cosas, para emprender el regreso a Puebla. Ni modo, había que regresar! jajaja...
La verdad fue una experiencia muy padre y las 4 (Karo, Ana, Gaby y moi) formamos un bonito grupo de viaje, ya hasta nos pusimos de acuerdo para regresar a Cuetzalan y para en un futuro viajar a algunos otros lugares. A ver si es cierto! jajaja...
Un gusto haber conocido a Gaby, así como haber podido convivir más con Ana, me caen muy bien chicas! Y muchas gracias a Doña Karo por haberme aceptado de pegote, de verdad que la pasé muy bien!
De lunes a jueves estuvimos un buen rato trabajando (bueno, trabajaba Karo! jajaja, porque tenía que avanzarle a la tesis, que ese fue el principal motivo del viaje!). Y en esos días salíamos a comer, muy rico por cierto, y a dar la vuelta por el hermoso pueblito. Karo me preguntaba y preguntaba si no me estaba aburriendo, pero para nada, al contrario, disfruté mucho de todos los días. Disfruté de su compañía (creo que nos acoplamos bastante bien y no tuvimos ni un problema, somos buenas compañeras de viaje al parecer, jajaja), pude descansar también bastantito y comer muy rico.
Además conocimos a una chava llamada Gaby, que está haciendo su servicio social allá en Cuetzalan. Resulta que ella también es de Puebla y, de hecho, prácticamente es nuestra vecina (sí, nuestra, porque Karo y yo vivimos muy cerquita). Y pues también era nuestra vecina en el hotel, ya que es ahí en donde se está quedando hasta mayo, cuando termine su servicio.
El viernes en la tarde Miguel, uno de los chavos que trabaja en el hotel y que es muy buena gente, nos llevó a conocer una escuela en la que le enseñan a los alumnos oficios como cultivar maíz, elaborar artesanías, hacer papel reciclado, etc. Lamentablemente la escuela estaba cerrada, pero aún así valió la pena la caminata, ya que estuvo acompañada de una muy amena plática, en la cual nos explicó muchas cosas acerca de Cuetzalan, de sus habitantes y sus costumbres. Y pues después de nuestro fallido intento de ver la escuela, Miguel nos llevó conocer el pueblo en donde vive, el cual se llama San Miguel.
El sábado nos alcanzó Ana, otra amiga de la uni, y se acabó el trabajo y empezó el relajo, jaja... Fuimos a desayunar, después a una bella cascada, regresamos un rato a descansar al hotel y nos dirigimos a cenar unas ricas pizzas. Luego regresamos otro rato al hotel y nos fuimos a La Peña, en donde pudimos ver a los voladores, tomar unos ricos jarritos y escuchar algo de música en vivo. De pronto a todas nos dió sueño y nos salimos de ahí, pero, aunque parecía que se nos había acabado la pila, despertamos de nuevo y fuimos a recorrer el pueblito mientras Karo tomaba unas fotos muy padres.
Nos dormimos como a las 2:30 y despertamos a las 6:30 para poder aprovechar el día! Fuimos a la Rivera del río Apulco, en donde estuvimos un buen rato tomando fotos y disfrutando de la arena y el río. De regreso fuimos un rato al mercado a hacer algunas compras y luego al hotel por nuestras cosas, para emprender el regreso a Puebla. Ni modo, había que regresar! jajaja...
La verdad fue una experiencia muy padre y las 4 (Karo, Ana, Gaby y moi) formamos un bonito grupo de viaje, ya hasta nos pusimos de acuerdo para regresar a Cuetzalan y para en un futuro viajar a algunos otros lugares. A ver si es cierto! jajaja...
Un gusto haber conocido a Gaby, así como haber podido convivir más con Ana, me caen muy bien chicas! Y muchas gracias a Doña Karo por haberme aceptado de pegote, de verdad que la pasé muy bien!
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Gracias por haberme acompañado... De verdad disfruté muchisísimo tu compañía y todo el viaje. Espero que como dijimos... este sólo sea el inicio de muchas experiencias más!
Yo también te quiero un chorro!
Atte. La "pegoteada" Kakarito
Gracias por haberme acompañado... De verdad disfruté muchisísimo tu compañía y todo el viaje. Espero que como dijimos... este sólo sea el inicio de muchas experiencias más!
Yo también te quiero un chorro!
Atte. La "pegoteada" Kakarito